viernes, 14 de marzo de 2008

Extranjeros


La albóndiga cayó del plato y rebotó sobre el suelo. Tras breves instantes de oscilación, prosiguió su recorrido hasta la mesa vecina. Sentí su impacto contra mi bota.

Alguien se levantó y se acercó.

- Excuse me.

A lo lejos, el Big Ben anunció la una en punto.

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