Todo el mundo comentaba sus obras. Las críticas le abordaban por todas partes. Sin embargo, nadie le reconocía.
Tarde o temprano, su rostro saldría en las noticias y miles de voces gritarían su nombre.
Por ahora, a salvo de la multitud, vagaba por las calles en busca de la que, quizás, sería su última víctima.
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