sábado, 24 de mayo de 2008

La última oración

“Usted nos enterrará a todos”, decía Miriam con una sonrisa. “Ya ha superado la crisis”; los ojos se me cerraban, la morfina estaba haciendo efecto, “ya verá como se encuentra mucho mejor enseguida”. Su voz trémula, ahora tan distante, no me ayudaba a sentirme mejor. Aquella muchacha pretendía engañarme, pero no le iba a negar el consuelo de haberme animado en mi último aliento. “Dile a Marta que la quiero”. Mis palabras expiraron en aquella oración.

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